lunes, 20 de octubre de 2014

CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE LOS CINCO MARTIRES DE MARRUECOS



El Antiguo Convento de San Francisco de los Santos Mártires de Marruecos, se encuentra ubicado en la zona este de la localidad de Belalcázar, en el límite de la calle de San Francisco y el barrio del Marrubial. Del complejo conventual prácticamente sólo subsisten restos de su iglesia, de una sola nave.



En la fachada, en la parte central que bordea la portada, se emplearon grandes sillares de granito, piedra abundante en la zona, mientras que en el segundo cuerpo, de remate en piñón, la piedra adopta la forma de sillarejo o simple mampostería irregular. La portada es de ladrillo que debió estar enlucido y pintado originalmente. Ésta se compone de dos cuerpos: El inferior con el vano de ingreso en arco de medio punto rebajado enmarcado por pares de semicolumnas sobre pedestal, y el superior formado por un amplio friso que contiene una hornacina central y tres pilastras a cada lado. Sobre él, en un frontón trebolado, campea un escudo de piedra granítica que ostenta las armas de don Gutierre III de Sotomayor y doña Teresa Enríquez, condes de Belalcázar y bajo cuyo patronato se fundó el Convento. 



Junto a la portada, en el lado superior izquierdo, hay una pequeña espadaña de un solo vano y, adosada al lado derecho o de la Epístola, otra espadaña, en este caso de importante altura y notoria presencia en la imagen del templo. La forman tres cuerpos. El inferior con dos vanos en arco de medio punto superpuestos; el central con dos huecos separados por pilastras en el mismo nivel; y el de remate, de menor anchura, con un sólo hueco. 


Actualmente el exterior del lado de la Epístola no es visible por las construcciones adosadas a él. El exterior del lado del Evangelio ofrece a la vista una masa pétrea reforzada con contrafuertes. En la cabecera se aprecian los restos de un ábside semicircular que se interpretan como una obra de ampliación no concluida.
Accediendo al interior a través de la portada de los pies antes descrita, se accede a un espacio rectangular tripartito, a modo de atrio, cubierto por bóvedas de arista que descansan en ménsulas voladas con decoración de estrías. Tras él y traspasado el coro bajo, abre la única nave de la iglesia cubierta por bóveda de cañón con fajones levemente apuntados realizados en piedra granítica. Los empujes de los fajones se trasmiten a unos pilares adosados a los muros. La cabecera, ubicada en una cota considerablemente superior, es plana. El ingreso en ella se hace a través de un gran arco apuntado. 



En el muro de la Epístola se conserva la portada de una capilla, datable en el siglo XVI, formada por arco de medio punto con despiece de dovelas y el intradós decorado con motivos vegetales. Las enjutas y el friso muestran una abigarrada decoración a base de motivos vegetales, roleos y pequeñas cabezas, decoración que se repite en el frontón de remate, centrado por una hornacina avenerada. 



En el lado del Evangelio y situada a nivel inferior al resto de la Iglesia, hay otra capilla, también del siglo XVI, relativa-mente bien conservada, a la que se accede por un arco de medio punto de piedra, cuya clave ostenta un escudo. Con-forma un espacio cuadrangular cubierto por cúpula muy plana decorada en círculos, emparentada con obras cordobesas del siglo XVI y atribuida a Hernán Ruiz I. El testero de la capilla conserva un retablo de columnas acanaladas y capitel toscano sobre las que descansa un friso con triglifos y metopas rematado por frontón triangular.











Datos históricos:
 Se trata de un interesante ejemplo de arquitectura religiosa de los siglos XV y XVI. 




Del antiguo convento, actualmente abandonado y muy deteriorado persiste solo la Iglesia y parte de la cerca de piedra. Ya a finales del siglo XIX se encontraba abandonado y la Iglesia durante la Guerra Civil fue duramente expoliada y quemada, desapareciendo todos los bienes muebles que aún se conservaban. 







El nombre se debe a la fecha de inicio de su construcción, el 16 de enero de 1488, día de los "Cinco Mártires de Marruecos". Sirvió de enterramiento a figuras ilustres, como la esposa de don Fernando de Sotomayor, los Céspedes, los Vargas, fray Juan de Robles o fray Andrés Camacho. En 1533, el cardenal Fray Francisco de los Ángeles Quiñónez, lograría indulgencias por conservarse en él algunas importantes reliquias, en especial dos cabezas de las "Once Mil Vírgenes", Santa Eunodia o Santa Manila, y en su interior se veneraba "El Cristo de los Alivios" de gran devoción.




 Cuando murió la condesa Doña Elvira de Zúñiga, en el año 1483, sus hijas, hermanas del venerable Fray Juan de la Puebla, decidieron vivir en obediencia y clausura como monjas de Santa Clara. Para ello pidieron que se les construyese un convento pequeño junto al de los frailes, (el convento San Francisco de la Columna, hoy convento de Santa Clara de la Columna). Pero creyendo poco acerta que estuvieran tan proximas las dos congregaciones, se decidió que las monjas se quedasen con el de San Francisco de la Columna, donde estaban los frailes, y estos se le construyese otro más cerca del pueblo. 
Se comunicó el caso a la condesa Dña. Teresa Enríquez, madre y tutora del Conde, quien accedió a ello.
Así se comenzó el nuevo convento para los frailes el 16 de enero de 1488, coincidiendo con el día de Los Cinco Mártires de Marruecos y autorizado por bula de Inocencio VIII.
El 21 de marzo de 1490 se transladaron los religiosos desde San Francisco de la Columna hasta el nuevo convento. Al traslado asistió Fray Juan de la Puebla. En el año 1493, el convento de Santa Clara de la Columna, dejaron de pertenecer a la custodia de Santoyo para pasar a la custodia de Santa Maria de los Angeles, de la que fue fundador Fray Juan de la Puebla.





















Bulas del papa, Inocencio VIII por la que se fundan los Conventos de Santa Clara y de San Francisco en la villa de Belalcáza.



















ORDEN de 15 de abril de 2008, por la que se resuelve inscribir en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Catalogación General, el antiguo convento de San Francisco de los Santos Mártires de Marruecos de Belalcázar (Córdoba)




CONTINUARA...